Voy a reproducir la carta que hoy 08-07-15 me ha publicado el diario Hoy, en la el principal motivo es el referéndum que el pasado domingo día cinco celebraron los habitantes griegos a los que se les había solicitado el SI o NO, aceptar las condiciones exigidas por las autoridades europeas y sus acreedores para seguir formando parte de la Comunidad de los 28 países miembros.
LAS BARBAS A REMOJAR.
Después del resultado del referéndum griego, no me atrevo a pronosticar qué ocurrirá a las partes interesadas, a partir de hoy. Todos somos partes interesadas, si es que todos somos europeos para lo bueno, y para lo menos bueno. A todos nos interesa usar la cabeza sin ligerezas, aso sí, cumpliendo cada cual con sus obligaciones, con sus responsabilidades. Yo, hacia los niños, mujeres, pensionistas y el resto de personas griegas que por ignorancia (la mayoría de ellos) han sido engañados y arrojados contra un falso muro y en defensa de la dignidad, siento el mayor de los respetos y, por ellos pido para que para que se soluciones este gran problema. Pero, por sus actuales gobernantes, incluidos por supuestos el Primer Ministro Tsipras, el dimitido Ministro de Finanzas Varufakis y toda su corte y equipo, siento repugnancia, no se los merece el pueblo griego. Es decir que, los años que se les ha estado prestando euros a espuertas (España 26.000 millones de euros), mientras ellos no sabían administrar -por no entrar en detalles- el ministro de finanzas que, dimitió aduciendo ayudar con ello a su jefe a negociar, ha sido un cobarde, no ha tenido la valentía de quedarse y volver a sentarse a negociar junto a sus colegas a los que hace tres días les llamó terroristas. Tanto el primer ministro, como todo su gabinete y parte de su electorado, no han tenido, ni tienen la suficiente cintura política para encajar los golpes que sabían iban a recibir, pues se los han ganado a pulso -sin hacer referéndum- por ir de flamenquillos (por no decir otra cosa) a Bruselas. Pondré dos ejemplos; uno del pasado, fijense, cuando el ínclito, nos dejó al borde de la bancarrota, si el Sr. Rajoy hubiera ido a Bruselas diciendo que no le iba a pagar a nadie; ejemplo de futuro, figúrense, si dentro de unos meses, en las próximas elecciones generales españolas ganasen los amigos de Tsipras u otro partido que parece haberle tomado el gusto a ir de la mano de estos. Moraleja, "cuando las barbas del vecino veas.....a remojar. Sean Felices.
Joaquín González Muñoz.